El modo en que, tranquilo, el tiempo transcurría era la luna altísima pasando por el cielo
Compilación de Roberto Corrêa dos Santos - Traducción de Teresa Arijón y Bárbara Belloc
QUERIDAS MÍAS
"Entre las cualidades del dinero no está la elasticidad.
No te pongas nerviosa si no puedes entender la letra. Cuenta hasta 10, da una vuelta por el jardín y retoma la tarea con espíritu de sacrificio cristiano.
Vive como viviría una princesa, es decir, sin cuidados, sin preocupaciones. Duerme o al menos recuéstate después del almuerzo. Da un breve paseo a la mañana. Y sé feliz y descansada. Acuérdate del "tranquilismo de Lin Yutang". "No hacer nada" es una de las ocupaciones más productivas del ser humano.
Llegué a la conclusión de que escribir es lo que más deseo en el mundo, incluso más que amor.
Atravesé parte del Sahara. Da miedo. Nunca vi tanta soledad. La arena no es blanca, es crema. Es más grande que un mar.
Cuídate como si fueras de oro, ponte de tanto en tanto dentro de una redoma y escatímate.
Busco hacer y cumplir un programa de cierta pureza; lo cual es difícil por las continuas interferencias, pero no imposible. También busco hacer que mi vida no esté cercada de excesivas comodidades, lo cual me sofocaría. Cada vez que cedo y converso demasiado con la gente me queda una penosa impresión de libertinaje y entrega.
En el dentista conocí a una mujer simpática que quiso venir aquí y vino. ¡Oh hartazgo! Le serví té, nos miramos, buscamos conversación, se fue. Llamó por teléfono para volver, pero jamás estaré en casa. Ella es distinta; ¿y con eso qué? No puedo abrigar a todas las personas distintas en mi pobre seno.
Soñé que alguien daba a las personas las horas de sueño perdidas; y que a mí me preguntaban: ¿perdiste mil o dos mil horas de sueño? Pero antes soñé que participaba en una cena donde estaba presente... Dios. Y Dios estaba representado por una torta enorme llena de velitas; y como alguien llegaba tarde la torta se alejaba ofendida hasta que yo ofrecía una disculpa. Qué locura.
Si quieres hacer régimen, por el amor de Dios ten cuidado de no enflaquecer. Consulta al médico para saber qué clase de cosas debes dejar de lado, pero aliméntate bien, tú no eres un pajarito, eres una mujer linda.
Fuimos como siempre al cine y salí medio tonta de la sala, a tal punto estoy siempre dispuesta a perder la conciencia de las cosas y entregarme a la inconsciencia. Soy como el loro de la anécdota: no hablo, pero pienso mucho, presto muchísima atención.
Pero al fin de cuentas ¿por qué he de observar mi naturaleza como si fuera un pecado? ¿Por qué no ver con franqueza y sin recriminaciones que tengo la peor clase de esnobismo, que es no sentir placer por las "cosas del mundo"? (Me estoy riendo.) A decir verdad, tengo un temperamento pobre. Ocurre que los dos gramos de fuerza interior que tengo los gasto en mi trabajo y en mi deseo de trabajo - y no queda para nada más. Y me di cuenta de que, si no trabajo, tampoco sé dar esos dos gramos. ¿No es gracioso?
Expandirse es la propia alegría de vivir.
Ustedes nunca experimentaron lo que es recibir cartas cuando se está afuera, sobre todo afuera como yo, totalmente afuera: pregunto sin esperanza pero llena de esperanza y casi certeza: ¿hay carta para mí? Y si responden: llegó una - entonces quedo tonta de sorpresa y de gratitud.
Queridas, que la paz sea con vosotras. Esas son palabras mágicas que dan algo. Que la paz sea con vosotras, la salud, la serenidad, la alegría. Y mi amor también. Hasta pronto, escriban."
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El cuenco de plata (CABA)
256 págs. - 21 x 13 cm.
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