Los vecinos de Sebastián están muy acostumbrados a tener un detective en su edificio: cada vez que se les presenta un problema, acuden a él para que lo resuelva. Sus métodos de investigación nada tienen que envidiar a los del gran Sherlock, además, Sebastián, nunca dice que no, siempre está dispuesto a resolver cualquier enigma, desde la desaparición de un gato o de unos chocolates, hasta el extraño caso de las cartas extraviadas.
Ilustraciones: Agustín Ricardi
Edades: Desde los 9 años
64 págs. - 20 x 14 cm.