Who wants to sleep in the city that never wakes up, blinded by nostalgia? Who wants to sleep in the city that never wakes up? (Arctic monkeys, Old Yellow Bricks)
Canoas, Brasil, 17/12/2011
Gabi,
Steve Jobs se murió hace un tiempo. Cuando te despiertes, va a ser una de las informaciones más nuevas. Debe haber sido cáncer: tuvo cáncer mucho tiempo, ¿no? Debería hacer una lista de las cosas que pasan para cuando te despiertes.
¿Te acordás de la muerte de Amy Winehouse? Manu contuvo el llanto:
"Ay, la muerte es algo tan triste". Vos te reíste:
"Morirse es gracioso".
Un poco antes también se había muerto Bin Laden, y de ahi vinieron nuestras teorías conspirativas sobre, primero, cómo Bin Laden era inmortal. Yo pensaba en eso a veces, pensaba en cómo se encajaba perfectamente.
Ahora pienso en vos, muriéndote. Y no sé si estoy triste. Manu no deja de no estar equivocada. Es triste. Tu funeral sería gracioso. ¿Creés que Cecília iría? Espero que sí, para entregar los Ferrero Rocher que nos debe. De hecho, llegó una tarjeta por correo (tu vieja la trajo para mostrársela a la mía):
Gabriel querido y familia,
espero que mejoren pronto.
Feliz Navidad
Ciça
Y ya. Un "espero que mejoren pronto” muy motivante. La imagino en el funeral, tirando una florcita en el cajón: llegá rápido al cielo, ¿ok? O algo igual de motivante.
Yo miraría tu cuerpo detenido y pensaría “La puta madre, te voy a enterrar”. Teníamos una apuesta, ¿te acordás?
Yo abrazaba mi skate. Estábamos transpirados, super transpirados. Rafa bajaba por la baranda en skate. Era bueno, era más grande pero se portaba (se porta) como el hermano menor. Entró en la universidad, está casi por recibirse y así y todo te admira un montonazo. Si él quisiera podría ser skater profesional, de tantos torneos municipales o qué sé yo que ganaba (y si a tu vieja no le cayera tan mal la idea). Pero te admira.
Vos lo mirabas. Yo había fallado en mi décimo segundo flip consecutivo (estaba contando). Me miraba la muñeca, me la había golpeado contra un escalón cuando me caí. Dolía.
"Nos vamos a golpear la cabeza y nos vamos a matar en cualquier momento", dije.
"Qué cagada", dijiste.
"Nunca hiciste nada importante”, dije. "Para escribirlo en la piedra, ¿viste?".
“Epitafio”, dijiste. Nunca me olvidé de esa palabra. "Sí, tipo: Henrique, 13 años y medio, nunca logró hacer un flip".
"Yo pienso en tu epitafio”, dije. "Y vos pensás en el mío".
Nos reímos. Unos días después, descubrí que me había fracturado la muñeca.
Epitafio es una palabra bonita. La usé en mi redacción del examen de ingreso y todo (no pasé).
Mierda, no sé cuál sería tu epitafio. Nunca me dijiste qué poner en el mío. Yo dejaría un espacio en blanco.
No sé, pondría una imagen de una canoa con alitas, algo así. Sí, sería lo más.
Ike.
---------------------------------------------------
Traducción de Julia Tomasini
Blatt & Ríos (Buenos Aires)
328 págs. - 18 x 13 cm.
Prensa
La primera piedra: “Es casi imposible escribir ficción con la realidad que vive Brasil en este momento” LEER
Página12: “Para mí, escribir es como una manera de pensar” LEER
La Agenda: Escribir en el país de Bolsonaro LEER
Bazar Americano: Todo está iluminado LEER
1 cuota de $8.190 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $8.190 |
1 cuota de $8.190 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $8.190 |
3 cuotas de $2.730 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $8.190 |
3 cuotas de $2.730 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $8.190 |