“Me olvidé la toalla.
Oh, sorpresa. Gorra azul tiene una de más.
Pondrán un vestuario mixto para los niños más pequeños, cuenta.
Vaya, qué interesante.
Gorra azul tiene toda la data. Y un toallón de Cars.”
El agua puede dar vida y también muerte.
Mientras la pequeña Lola de casi 4 años toma clases de natación en el grupo de “Las mojarritas”, Pablo nada solo en su andarivel. Padre joven, viudo al nacer su hija, descubre la vida que le da el agua.
Después de cuatro años de cuidar casi exclusivamente de Lola encuentra un tiempo para él. Es un tiempo para su cuerpo, para su mente, para volver a la vida, a comer, volver al sexo.
“‒Ponete las crocs, Lolucha.
Las crocs. ¿Cuándo había aprendido el nombre de ese calzado horrible? ¿Cuándo se había convertido en esa máquina de repetir frases? Ponete las crocs. Vení que te pongo Off. Comé un poquito más. Juntá los crayones. A veces se escuchaba hablando con palabras cortadas como una maestra jardinera. Compremos unas galles. Agarrá tu mochi. Dale un beso a la abu.”
Una historia triste, pero sin golpes bajos, emotiva en lo justo, que también dedica un tiempo a los avatares de la maternidad. Controlar que los hijos no se escapen en la calle, que no hablen de más, que se queden en los cumpleaños. Subacuática es una historia en el agua, que permite zambullirse en ella y salir a respirar mientras se cría un hijo.
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Odelia editora (CABA)
110 págs. - 22 x 15 cm.
Prensa
Clarín: Paternidad, maternidad y alrededores LEER
Infobae: Melina Pogorelsky y sus secretos para ir de la literatura infantil y juvenil a la literatura para adultos LEER
Revista Transas: Salir a la superficie LEER
Polvo: Breve comentario acerca de la ternura LEER
