Las cosas existen incluso después
de que están muertas. (Camila Assad)
"El borde de todo es un manifiesto visceral de la ternura hecho con retazos del fracaso del amor, con sueños ajados en filamentos de gravedad epidérmica, con los vapores de una lengua despedazada en estampida fugaz de la derrota. En estos poemas, querer es un oficio de riesgo que se talla a la medida de lo roto, mordisqueando una melancolía que gotea con la morosidad lacerante de burlar toda definición. Una aventura poética de la espera como parpadeo tembloroso de un tiempo que se despliega buscando el borde ya casi como guiño mántico que arma un poema en el patio con las dos manos en tu corazón." val flores
*
Por subestimar lo roto
vuelvo a pasar
por el mismo lugar
una expresión súbita me vulnera
y resucita la huella que quedó
enciende su luz y me avergüenzo.
Una sensación desagradable
refuta tus manos sobre mí
y me viste.
*
Un cuerpo amigado con su experiencia en lo frío hace un lugar, se viste prolijo y perfumado para dialogar con otro. Se inflama muy temprano en el contacto al percibir algo que extrañó y que también lo enfermó. Agitado sopla para que la sensación se multiplique y entonces fuego, alto, otra vez adelanto, ascenso, subida y con esto éxtasis, alboroto adentro, exceso. Pecho repleto, ocupado, empalagado y después distancia, silencio espeso, hueco, caída y con eso fiebre. Busca ahora de nuevo la experiencia en lo frío que lo constituye para reincorporarse.
*
---------------------------------------
Golosina (CABA)
105 págs. - 21 x 14 cm.
