El señor Olak tiene, como muchos adultos, un trabajo. Pero el suyo es, ¿cómo decirlo?, al menos, un poco extraño. Para empezar a describirlo: Olak es ¡limpiador de orejas! Sí. ¡Entendieron bien! Se pasea por las calles con su valija, para limpiar los oídos de la gente. Así como otros van por la calle ofreciendo pasteles, afilar cuchillos o podar el césped, él ofrece -con mucha delicadeza y experiencia- revisar orejas con molestias. En su oficio ha visto y curado de todo porque, ciertamente, en los oídos no solo se junta cera. De ningún modo. Hay toda clase de cosas que se pueden meter, sin permiso, adentro de las orejas y molestar con zumbidos, trompeteos, canciones de cuna y hasta insultos gigantes. ¿Quién lo hubiera dicho? Así conoce a Nino, que viene a verlo con un problema extrañísimo. Olak intentará hasta lo imposible para ayudarlo, pero a veces la solución llega de la manera más impensada.
Humorístico, ingenioso y tierno, El limpiador de orejas es un cuento con aires de clásico, que invita a jugar con la imaginación y desafiar los límites de aquello que, hasta ahora, conocíamos como posible.
Tapa dura, hojas de papel ilustración a color, letra imprenta minúscula
Edades: A partir de los 5 años