"Escribí esos apuntes rápido, como tantas otras veces, en un intento de capturar las palabras que ella decía y que a mí me parecían imperdibles. Más abajo dice: «todo arte de escribir es hacer una digresión y saber volver». Un jueves por la noche o un sábado por la tarde de los últimos diez años debo haber anotado, mientras Hebe explicaba el texto de Felisberto: «si algo me asalta, un recuerdo por ejemplo, lo escucho, porque es la matriz de lo que va a ser mi cuento. Sólo tengo que acompañarlo. No dejarlo caer. Atenderlo, no pensar que es una pavada».
Fui por primera vez al taller de escritura de Hebe Uhart en febrero de 2003. Había llevado unas hojas con la historia de un ruso que me perseguía –la historia, no el ruso– escritas con el lenguaje periodístico al que estaba acostumbrada, un lenguaje donde la primera frase aclara todo lo que vendrá en el texto, donde prima la urgencia y donde no existe la primera persona. Al leer en voz alta me di cuenta de que había escrito desde un 'no-yo' periodístico con un lenguaje que no casaba con el personaje. La historia me superaba.
Al final de la lectura, Hebe dejó a un lado las hojas y me dijo, con mucha delicadeza:
—¿Por qué no escribís una crónica de tu infancia?
Una semana más tarde llevé al taller unos papelitos donde relataba unas vacaciones poco ortodoxas que pasé de chica con mi madre en Mar del Plata. Se trataba de una crónica (ya empezaba a entender que no todo es un cuento) que contaba la experiencia de una niña muy crítica con su madre. Mamá había organizado unas vacaciones de verano en el local vacío de una galería vacía del edificio Havanna, donde había que esconderse de las miradas del portero detrás de un vidrio encalado, mientras mamá y yo (tenía que usar el 'yo') subsistíamos a puro picnic de jamón cocido, tomates y pan francés en un entrepiso, iluminadas por velas a falta de luz eléctrica. Hebe entendió que mi madre había sido hippie y con esa idea siguió pidiéndome más textos «sobre tu mamá hippie». Lo que yo no sabía en ese momento era que la propuesta de escribir sobre la infancia es una estrategia de Hebe. La crónica de la infancia es un buen tema para el que empieza a escribir, porque el primer personaje somos nosotros mismos. Somos nosotros mismos y somos otros, nos ubicamos en un tiempo y en una edad determinada, con el asombro de la infancia, donde todo se da por primera vez."
Índice
Prólogo. Las clases de Hebe
1. Escribir es una artesanía extraña
2. Estar "a media rienda"
3. Un mar de vacilaciones
4. El lenguaje y el misterio
5. Cómo habla la gente
6. El "pero", la fisura y el cuento
7. De dónde surge un cuento
8. El adjetivo y la metáfora
9. Construcción de personajes
10. El primer personaje
11. La verdad se arma en el diálogo
12. El monólogo interior
13. La crónica literaria y la primera persona
14. La crónica de la infancia
15. La crónica de viaje
16. El humor en la escritura
17. Vicios de la escritura y consejos para el que va a escribir
Decálogo (más uno) para los que van a escribir
Dos ensayos de Hebe Uhart:
- El escritor y los lugares comunes
- El humor en los escritores de la generación del 80 del siglo XIX
Lista de autores citados
Libros citados
-------------------------------------------
Blatt & Ríos (Buenos Aires)
172 págs. - 18 x 13 cm.
Otros libros de Liliana Villanueva
Prensa
Página12: Saquen una hoja LEER
Redacción: Siete párrafos LEER
Perfil: Hebe Uhart es una de las más grandes escritoras de Latinoamérica LEER
Revista Leemos: La artesanía de la escritura LEER
1 cuota de $21.400 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.400 |
3 cuotas de $9.925,32 | Total $29.775,96 | |
6 cuotas de $6.387,90 | Total $38.327,40 | |
12 cuotas de $5.429,54 | Total $65.154,44 |
3 cuotas de $7.925,13 | Total $23.775,40 | |
6 cuotas de $4.385,93 | Total $26.315,58 |
9 cuotas de $5.631,53 | Total $50.683,76 |
1 cuota de $21.400 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.400 |
3 cuotas de $7.133,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.400 |
3 cuotas de $7.133,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.400 |