Es 2019. Leo Romance Revolución en la oscuridad mientras camino para atrás en un pasillo de un ph en Colegiales muy largo que recién conozco. Tengo los ojos abiertos, quizás más abiertos que si la luz estuviera prendida. Doy un paso y después otro, no puedo ver nada más que negro, pero puedo imaginar otros pasillos por los que ya caminé, o quizás un pasillo del futuro por el que estoy caminando en otra realidad, puedo sentir la emoción. Me entrego totalmente al tiempo que se desvanece en cada paso para atrás que es para adelante según desde dónde se me esté mirando, imaginando.

Este libro es un manifiesto al ser mutante que somxs todxs, ‘como tener el corazón en la punta de todos los dedos a la vez’. Un manifiesto de amor y revolución feminista que acompaña el despertar, que agita las banderas y pide renombrar para escuchar lo nuevo con cada parte del cuerpo. Un nuevo mundo que se va transformando en cada letra que pasa, una atrás de otra. No se sabe quién escribe si es una mujer o la otra, o las dos, o todos o todas juntas. Al abrirlo prestemos atención no a qué quiere o a qué se ha querido contar, sino a qué puede hacer este libro cuando aparece en el espacio. Escucho la voz de mi interior que susurra ‘Estoy estoy acá. Estoy acá’. (Jacqueline Golbert)

Romance Revolución es un libro que son dos facetas de un mismo diamante, un tratado sobre el arte, la materia y la ilusión de verla transformarse ante una misma. Jazmín López y Dorothea Lasky, por caminos asimétricos, muestran que el trabajo es solo otra ilusión de realidad. (Micaela Piñero)

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"Parece hoy cuando pensé por primera vez que el arte podía salvarme. Fue casi todo el mismo año, tenía 14 y todavía no existía la idea de una casa. Pero mi hermano, que ya no vivía en esa casa, me llevó a un concierto en una radio: tipos que tocaban música punk mientras ahorcaban títeres. Toda la ira y la melancolía que tenía para con el mundo, yo pensaba que el mundo era otra cosa, toda junta se desparramó. Cuando empezás a ser adulto, el mundo es peor que el bullying.

"La poesía es ese lenguaje que hace posible un modo de pensamiento complejo, poroso, poderoso. No es línea recta, es línea profunda, la que permite las tres dimensiones del pensamiento. Víktor Shklovski veía la poesía como el pensamiento por medio de imágenes; imágenes que agrupan objetos y verbos heterogéneos, revelan lo desconocido a través de lo conocido, y refuerzan la capacidad que tienen los lenguajes de crear una impresión.

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El tiempo, el ritmo, cómo mover los pies al caminar, la manía con las que besamos. La cama, la pared, el vaso, la llave con la que abrimos la puerta. Dejar de caminar como autómatas de un evento al siguiente, y observar qué sucede entremedio.

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"Hay que escuchar a poetas. Estas maneras de manifestar que nos sacan de lo adecuado, que son capaces de jugar con lo que no sabemos, y que producen un hábito fascinado, que nos sacudan haciendo iridiscentes nuestros cartílagos, que nos lancen imágenes al estómago que nos cueste digerir."

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Mansalva (Buenos Aires)

48 págs. - 22 x 14 cm. 

Prensa

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