Una mujer pierde a su hijo adolescente en un accidente ferroviario y desde esa tragedia despliega en primera persona el delicado tejido que une su historia familiar a las vías del tren. Con destreza, humor y sin solemnidad, Ana López reconstruye las voces de su propio linaje, unido sensible pero poderosamente a las calles, los pueblos de provincia, las anécdotas familiares que terminan en otras pérdidas, quizás menos trágicas pero igual de inspiradoras. En Vías de extinción, su primera novela, la autora hilvana un texto con las herramientas de la memoria y el tesoro que la literatura tiene guardado para quienes no se resignan a la crudeza de los duelos: un ámbito donde se cruzan las historias que nos dan identidad, perfume de infancia y la certeza de que los seres queridos viven en nuestros relatos.
"¿Es posible llenar un vacío? En esta breve y asfixiante nouvelle, Ana López aborda con maestría ese núcleo de conflicto, pero lo hace desde una doble operación que no es contradictoria ni mucho menos complementaria. Retazos, hilachas, fogonazos de la vida de la protagonista en los que el hijo muerto es alguien omnipresente y a la vez intangible; por otro lado, la necesidad de retener, de no permitir que el tiempo desdibuje un último espacio, aunque se trate de un paisaje de pesadilla. Sobre esos rieles transcurre Vías de extinción, triste y poderosamente." José María Brindisi
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Mandrágora (CABA)
80 págs. - 19 x 13 cm.